Los Sapos Comunes
Familia Bufonidae
Los Sapos Comunes tienen una distribución prácticamente global. Se ausentan de Madagascar, Australia (introducido), las islas del océano Pacífico y Antártica. En su mayoría, son de hábitos nocturnos.Las especies en esta familia, más de 400, son terrestres y muchas de ellas excavadoras. Claro siempre hay sus excepciones, siendo al menos una especie trepadora y otra acuática. Se les encuentra desde el nivel del mar hasta los 5000 metros de elevación.La especie más pequeña mide unos 2 cm, mientras que la más grande logra los 25 cm. Muchos, no todos, tienen la piel seca y de aspecto áspero. En un buen número de estos sapos las glándulas parótidas son bien desarrolladas; se les pueden distinguir detrás de los ojos, sobre los hombros. Algunas especies aun tienen otras glándulas tóxicas en las patas.Durante el tiempo de cría se congregan en los depósitos de agua. Las madres ponen los huevos en forma de cordones y pueden ser más de diez mil huevos en una puesta. Algunas especies son vivíparas, otras ponen los huevos sueltos, en otras el padre cuida de los huevos, otras ponen los huevos en agua estancada en la vegetación y otras en arroyos de mucha corriente. Normalmente la fecundación es externa, pero hay sapos en esta familia con fecundación interna.La gran mayoría se alimentan de artrópodos; insectos y otros invertebrados. Aunque algunas especies se comen ratones recién nacidos y hasta a las otras ranas.De acuerdo a la literatura de mascotas o coleccionistas, algunos sapos pueden lograr los 20 años de edad en cautiverio.A los Sapos Comunes también se les llaman Bufónidos y Sapos Verdaderos. En inglés se les conoce por True Toads.
Los Sapos
Los sapos son animales tímidos, por lo general nocturnos, que durante el día se ocultan en lugares oscuros y durante la noche se dedican a la caza de insectos, gusanos, babosas, lombrices y otros invertebrados. Normalmente son de color pardo grisáceo, tienen verrugas en la piel, la cabeza plana, glándulas parótidas hipertrofiadas por encima de los oídos, ojos brillantes similares a gemas con pupila transversal y dedos parcialmente palmeados. Son más torpes que las ranas y no pueden saltar tan lejos como ellas.
La lengua del sapo está fijada a la parte anterior de la boca. Lanzan ésta hacia adelante y su extremo pegajoso atrapa a la presa y la lleva de regreso a la boca. Algunos sapos tienen dientes, pero dado que los anfibios no pueden masticar, sólo les sirven para sujetar a sus víctimas. La lengua produce una mucosidad que les ayuda a engullir a sus víctimas. Todos los anuros parpadean al tragar y, dado que no existe hueso alguno entre el ojo y la boca, el ojo se desplaza hacia atrás, lo que impulsa a la presa hacia el interior de la boca.
Durante los meses fríos los sapos hibernan enterrándose en madrigueras. En primavera se aparean y las hembras ponen sus numerosos huevos en estanques en forma de cadenas gelatinosas de hasta 1,2 m de longitud. Los renacuajos son más pequeños y oscuros que los de las ranas y no se transforman en sapos terrestres hasta el siguiente otoño.
Un género de sapos engloba más de 70 especies diferentes que están ampliamente distribuidas en las principales masas continentales del mundo, a excepción de Groenlandia, Australia, Nueva Guinea y Nueva Zelanda, pero son muy abundantes en las regiones tropicales. En la península Ibérica vive el sapo común, de color castaño con numerosas verrugas y costumbres fundamentalmente terrestres; el sapo corredor, de color verdoso con manchas parduzcas o rojizas y verrugas dorsales, y el sapo verde, presente sólo en las Baleares. Es de color grisáceo con manchas verdosas.
Algunas de las numerosas especies y variedades que abundan en el continente americano son: sapo cúcaro de Cuba, sapo de Sonora (desde Chihuahua hasta Veracruz), sapo del golfo de México, sapo rojo (desde Kansas, Estados Unidos, hasta Guadalajara, México) y el sapo del río Colorado; el sapo del Río de Plata (desde Bolivia hasta Chile) vive en montañas que llegan a los 5.000 m de altitud.
El cururú o sapo buey (desde Brasil hasta Argentina) mide 20 cm de longitud y pesa 1,7 kg, mientras que el sapito verde (desde México hasta el centro de Estados Unidos) mide unos 4 cm y el sapo pigmeo de Río de Janeiro apenas alcanza los 3,7 centímetros. Existe un segundo género al que pertenecen tan solo dos especies. Viven principalmente en el centro y el suroeste de Europa y normalmente se les llama sapos parteros porque el macho transporta y cuida los huevos una vez puestos por la hembra.
Los sapos pertenecen al orden Anuros, clase Anfibios. El género que comprende más de 70 especies es Bufo, que pertenece a la familia Bufónidos. El sapo común es la especie Bufo bufo, el sapo corredor es la especie Bufo calamita y el sapo verde es Bufo viridis. Los sapos parteros componen el género Alytes de la familia Discoglósidos. Los nombres científicos de las especies comunes de América son: cúcaro de Cuba, Bufo empusus; sapo de Sonora, Bufo compactilis; sapo del golfo de México, Bufo vacilleps; sapo de rojo, Bufo punctatus; sapo del río Colorado, Bufo alvarius; sapo del Río de la Plata, Bufo arenarum; sapo de rulo, Bufo spinolusus; sapo buey, Bufo paracnemis; sapito verde, Bufo debilis y sapo pigmeo, Bufo pygmaeus.
Durante los meses fríos los sapos hibernan enterrándose en madrigueras. En primavera se aparean y las hembras ponen sus numerosos huevos en estanques en forma de cadenas gelatinosas de hasta 1,2 m de longitud. Los renacuajos son más pequeños y oscuros que los de las ranas y no se transforman en sapos terrestres hasta el siguiente otoño.
Un género de sapos engloba más de 70 especies diferentes que están ampliamente distribuidas en las principales masas continentales del mundo, a excepción de Groenlandia, Australia, Nueva Guinea y Nueva Zelanda, pero son muy abundantes en las regiones tropicales. En la península Ibérica vive el sapo común, de color castaño con numerosas verrugas y costumbres fundamentalmente terrestres; el sapo corredor, de color verdoso con manchas parduzcas o rojizas y verrugas dorsales, y el sapo verde, presente sólo en las Baleares. Es de color grisáceo con manchas verdosas.
Algunas de las numerosas especies y variedades que abundan en el continente americano son: sapo cúcaro de Cuba, sapo de Sonora (desde Chihuahua hasta Veracruz), sapo del golfo de México, sapo rojo (desde Kansas, Estados Unidos, hasta Guadalajara, México) y el sapo del río Colorado; el sapo del Río de Plata (desde Bolivia hasta Chile) vive en montañas que llegan a los 5.000 m de altitud.
El cururú o sapo buey (desde Brasil hasta Argentina) mide 20 cm de longitud y pesa 1,7 kg, mientras que el sapito verde (desde México hasta el centro de Estados Unidos) mide unos 4 cm y el sapo pigmeo de Río de Janeiro apenas alcanza los 3,7 centímetros. Existe un segundo género al que pertenecen tan solo dos especies. Viven principalmente en el centro y el suroeste de Europa y normalmente se les llama sapos parteros porque el macho transporta y cuida los huevos una vez puestos por la hembra.
Los sapos pertenecen al orden Anuros, clase Anfibios. El género que comprende más de 70 especies es Bufo, que pertenece a la familia Bufónidos. El sapo común es la especie Bufo bufo, el sapo corredor es la especie Bufo calamita y el sapo verde es Bufo viridis. Los sapos parteros componen el género Alytes de la familia Discoglósidos. Los nombres científicos de las especies comunes de América son: cúcaro de Cuba, Bufo empusus; sapo de Sonora, Bufo compactilis; sapo del golfo de México, Bufo vacilleps; sapo de rojo, Bufo punctatus; sapo del río Colorado, Bufo alvarius; sapo del Río de la Plata, Bufo arenarum; sapo de rulo, Bufo spinolusus; sapo buey, Bufo paracnemis; sapito verde, Bufo debilis y sapo pigmeo, Bufo pygmaeus.
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